El 77% de la población española, se ha puesto al menos una dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2, mientras que el 70% está totalmente vacunado. Sin embargo, el número de casos positivos no ha desaparecido y cada vez son más las personas vacunadas que dan positivo en las pruebas de diagnóstico. Pero, ¿puede alguien vacunado dar positivo en la prueba de COVID-19? ¿Y puede, además, contagiar?

 

La vacunación es una forma sencilla, inocua y eficaz de protegernos contra la COVID-19. Tras vacunarnos, nuestro sistema inmunitario produce linfocitos T y anticuerpos, al igual que cuando pasamos la infección con la diferencia de que, las vacunas no causan la enfermedad ni inoculan el virus, sino que entrenan nuestro sistema inmunitario para futuras infecciones.

 

Una vez recibimos la pauta completa de la vacunación, como bien resume elblogdepills en la siguiente ilustración, los niveles máximos de anticuerpos se alcanzan días después de la segunda dosis y son cada vez más, los países que exigen estos días “extra” para entrar a su país.

 En el reciente estudio SIREN (SARS-CoV-2 Immunity and Reinfection Evaluation) llevado a cabo por Sistema Nacional de Salud (NHS) público británico, se concluyó que los anticuerpos que crea la vacuna pueden prevenir en gran medida que nos contagiemos, sin embargo, las posibilidades de infección siguen existiendo. Eso sí, una vez recibida la pauta completa, el sistema inmunitario nos protege de sufrir síntomas graves que provocaría la enfermedad. ¿Por qué?

Si nos contagiamos tras vacunarnos, al disponer de un sistema inmunitario entrenado, el organismo elimina el virus antes de que éste cause daños graves en el organismo y es por ello que, en las personas vacunadas, los síntomas son más leves.

 

En resumen, la vacuna puede prevenir la infección, y en caso de contraerla evitar daños graves. Pero, mientras nuestro sistema inmunitario trata de acabar con la infección, ¿podemos contagiar? Sí, las personas que contraen la enfermedad, aun estando vacunadas, pueden infectar a otras personas. Durante el periodo en el que el virus sigue multiplicándose en nuestro organismo, nuestra capacidad de dispersar el virus determinará la capacidad de contagiar a otros.

Tampoco debemos olvidar que las nuevas variantes y que incluso aquellos vacunados con sintomatología leve, pueden ser foco de dispersión del virus. Por ello, es importante la temprana detección de la infección COVID-19 en los que ejercen un papel relevante los test de antígeno (BH Ag Test) y, como nos lo dice @davidcallejo10 seguir el DIMAMA (Distancia física, lavado de Manos y Mascarilla).

La vacuna previene la sintomatología grave en los enfermos, pero no evita la transmisión del virus. Por lo que la temprana detección de la infección y la responsabilidad individual son los mejores aliados de las vacunas.