En la Asamblea del Basque Health Cluster celebrada el 9 de junio, se aprobó la renovación de la Junta Directiva, cuyo presidente será a partir de ahora Asier Albizu, CEO de Biolan Health, en sustitución de Mikel Álvarez, presidente de Mondragon Unibertsitatea. El nuevo equipo directivo estará integrado además por: Julio Font, de Histocell que permanece otros dos años como vicepresidente del clúster; María Eugenia Puertas de Bexen Medical como Tesorera, y Arantza Muriana de Biobide, como Secretaria del clúster.

Además, la junta directiva del Basque Health Cluster cuenta con otros 10 vocales y 2 socios honorarios, la SPRI y BIOEF (adscritos a los departamentos de Desarrollo Económico y de Salud del Gobierno Vasco), así como con VICOMTECH como Centro Tecnológico de la RVCTI.

El Basque Health Cluster es una asociación sin ánimo de lucro que se constituyó en 2010 bajo la apelación de Basque Biocluster, con el objetivo de coordinar, representar, gestionar, fomentar y defender los intereses comunes de las empresas asociadas, en colaboración con las administraciones públicas y con otras organizaciones del ámbito de las biociencias y la salud, así como contribuir al desarrollo, crecimiento e internacionalización de sus asociados y del sector de las biociencias y la salud en la Comunidad Autónoma del País Vasco.

A finales de 2021, el Basque Health Cluster sumaba 91 empresas asociadas que representan el 80% del sector de la salud vasco en cuanto a volumen de negocio. Del total de asociados, 11 son grandes compañías (con más de 250 empleados), 55 son firmas en crecimiento (PYMEs) y 25 son ‘start-ups’ (tienen menos de 4 años de vida).

De cara a los próximos años, se plantean retos y desafíos importantes como el abordaje de los nuevos Reglamentos de productos sanitarios (MDR) y de productos sanitarios para diagnóstico in vitro (IVDR), que aunque han venido para reestablecer la confianza de los operadores económicos y de los usuarios, su implementación está suponiendo un gran esfuerzo de recursos humanos y económicos en las empresas del sector y un camino no exento de dificultades para poner nuevos productos en el mercado o adaptar los existentes a los nuevos requisitos regulatorios.

Pero además, la necesidad de reforzar la cooperación, tanto público-privada como privado-privada, para lograr una mayor competitividad y posicionamiento del sector, y obviamente todo ello en el marco de la sostenibilidad medio ambiental y social, buscando la máxima eficiencia y productividad y apostando por la digitalización, claves que lógicamente requieren de inversiones importantes.